La meditación es un estado que alcanzamos cuando nos conectamos con nuestra respiración y nuestro cuerpo, recogemos nuestros sentidos y nos concentramos. Así surge el estado meditativo.
Un estado de profundo encuentro con el sí-mismo, el observador interior. Surge la identificación con ese observador que está siempre, aunque a veces no nos hemos identificado con él.
Cuando esto sucede nos conectamos con nuestra misma esencia. Nuestro SER, nuestra alma, nuestro Yo (llámalo como más te conecte a ti).
Y a todo esto se llega, principalmente, por el cese de las fluctuaciones mentales, como dice el Segundo Sutracdel libro “Yoga Sutras” de Patanjali:
yogas chitta vritti nirodha – «Yoga es el reposo de las fluctuaciones mentales »
Para llegar a ese yoga que menciona, que es la iluminación, ese contacto con el si-mismo, es fundamental la práctica. Haz mucho yoga, haz mucha meditación, practica en una misma línea o técnica, pon enfrente de ti lo que necesitas transitar, ver, experimentar, sentir, avanzar… encuéntrate contigo, todos los días un rato.
¿Si tú te abandonas, que te va a quedar? ¿Cómo podrás VIVIR, así en mayúsculas, si estás desconectada?
¡Meditemos hoy y todos los días de nuestra vida!
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